En general, bastante bien. Si volviera a Berlín, volvería a subir. Las vistas son espectaculares. Mucha gente, bastante agobio, cola larga para bajar de la torre ya que solo caben 9 personas en el ascensor. Había un bar pero estaban todos los taburetes ocupados y era imposible acercarte a la barra.

Excelente experiencia una vez arriba. El entorno de la torre poco cuidado para un lugar tan emblemático. Fuímos con la idea de ver las vistas simplemente y nos acogió un ambiente maravilloso y fresco que nos invitó a quedarnos dos horas. Muy recomendable.

La panorámica de 360º está dividida en 60 sectores circulares de 6º que corresponden a cada ventana. La visión desde cada ventana se contrasta con una foto documentada de la misma, donde se hace una reseña en diversos idiomas de los puntos o edificios singulares. Recomiendo esta actividad para pequeños y mayores pues merece la pena.