Todo perfecto, transporte, los guias muy amable y simpáticos, por decir algo negativo no me pareció bien que mucho decir que al salir no se esperaba a nadie y teníamos que ser puntuales y la política de empresa no se cumplió ya que por dos veces tuvimos que volver al punto de inicio para recoger a una persona que se había retrasado y al volver a salir volver a por otra por lo mismo, saliendo a las 8’30 pasadas en vez de las 8’00, hay que respetar a los que se toman en serio la puntualidad, vuelvo a decir por lo demás todo perfecto.

Estuvo muy bien, en nuestro caso pusieron un guía para los que hablaban inglés y otro en castellano, en el autobús íbamos todos juntos y hacían las explicaciones en ambos idiomas pero fuera del autobús nos separabamos en dos. Los guías fueron muy amables en todo el recorrido. Nuestra primera parada fue San Sebastián donde tuvimos 4 horas, nos hicieron un pequeño tour por la parte vieja de la ciudad contándonos curiosidades y luego nos dejaron explorar y comer pinchos a nuestro aire, si hubiese llevado bañador me hubiese dado un baño en la playa. La segunda parada fue Gastelugatxe y me encantó, al ir con el tour nuestra primera bajada aunque más larga fue más sencilla que los que van por su cuenta y pude animarme a subir arriba del todo, no se si me habría animado si hubiese tenido que bajar la primera pendiente. Ahí también nos hicieron una pequeña explicación del lugar nos dejaron tiempo para subir hacer fotos y volver, en 2 horas. Una excursión que recomiendo pero con buen calzado

Aunque el día se hace un poco largo, todo merece la pena. Muy bien controlados los tiempos por los guías. Maravillosa atención la de Íñigo, que nos explicaba a la mitad del grupo con habla en castellano. Información buena, precisa y bien relatada. El conductor del autocar buenísimo. Los lugares de la vista estupendos. En la Concha mucho calor, pero con un paseo por la playa solucionado. En Gaztelugatxe... magia. Es magnética la imagen del islote. Sólo quieres mirarlo todo el rato. De acceso complicado, más con galerna, mucho viento, frío, agua... Con todo, merece mucho la pena y ha sido el principal motivo de mi viaje a Bilbao. Un experiencia única que recomiendo a quien le gusten los sitios naturales.