Nosotros fuimos en pareja, cogimos la opción de la cabina ya que fuimos nuestro último día en Budapest y íbamos con las mochilas, es suficientemente grande como para cambiarte y dejar tus pertenencias tranquilamente. El sitio en sí es muy bonito, como sacado de otra época, para pasar unas horas esta bien. Lo malo? Nos cobraron 50€ por reservar las toallas y las sandalias, algo que me parece excesivo. Así que, si queréis ir, llevaros las vuestras de casa! Las chicas que te guían hacia tu cabina, un poco estupidas, al contrario de los que están para darte información o el mismo encargado de esa zona, que fueron geniales y muy agradables. No esta tan masificado de gente, pero la próxima vez, quizá probaremos los baños Széchenyi.

Fuimos un domingo de septiembre y el lugar estaba atestado. Las termas son muy interesantes y bien equipadas pero el personal estaba desbordado por el altísimo número de visitantes y algunos te ponen mala cara cuando ven que eres extranjero. Mejor visitarlas de diario y en temporada baja

Una actividad perfecta para terminar el dia. Allí se puede alquilar toalla, gorro y chanclas. El gorro solo se necesita en una piscina, en el resto no. Este balneario solo tiene una piscina exterior, pero las piscinas interiores son preciosas. Hay diferentes saunas. No os lo perdáis.