1. Calcuta: Recorrido gastronómico por la parte alta de la ciudad
Saluda a tu guía en la puerta de la estación de metro de Esplanade a las 17:00 y coge el tren hasta un distrito poco visitado por los extranjeros y conocido por su gastronomía. Cuando desembarques, te zambullirás de lleno en un exótico lasse encontrado en un puesto callejero local antes de entrar en un diminuto local que lleva más de un siglo preparando algunos de los mejores currys masala de Calcuta. Mientras comes, tu guía te contará historias de la antigua Calcuta. Súbete a un autobús local para un corto trayecto hasta uno de los restaurantes de marisco más célebres de Calcuta, donde probarás su característico langostino jumbo cubierto de salsa de crema de coco chingri y una apetitosa mousse de pescado al curry cocida al vapor en una hoja de plátano. Después de salir, subirás a bordo de uno de los antiguos richshaws, el único lugar donde aún existen estos carros de madera en la India, y darás una breve vuelta por la zona de camino a la siguiente parada gastronómica. Atiborrate de un kabiraji de gambas en una cocina legendaria iniciada por un escocés en el siglo XIX. Calcuta puede parecer ajetreada, pero tu guía te llevará a pasear por un tranquilo distrito señalando los templos y la vida local por el camino. Mientras recorres las callejuelas de la vieja Calcuta, probarás sabrosos bocados, desde los bhajis de cebolla más famosos de la ciudad hasta sabrosas ensaladas de hierbas y legumbres. Saborea un té chai local infusionado con jengibre antes de subir a bordo de uno de los viejos tranvías que llevan más de un siglo recorriendo las calles de Calcuta para hacer un corto trayecto hasta College Street. Aquí, los estudiantes universitarios se cruzan con montones de vendedores de libros de texto cuando vuelven de clase. Entra en una cafetería local para probar una famosa bebida de sorbete de coco y luego sumérgete en las delicias Begali en una tienda de dulces cercana. La velada termina en la desvaída grandeza de una antigua cafetería colonial, donde los estudiantes están ocupados debatiendo, los ventiladores de techo giran sobre sus cabezas y los camareros sirven cafés con atuendos tradicionales. Esto no es sólo una excursión gastronómica, es una excursión al corazón de Calcuta.