Todo salió según lo planeado. El recorrido temprano es lo mejor que se puede hacer, poca gente en Chichén Itzá y mucho espacio en el cenote después. Vestuarios de primera y casilleros para las mochilas, así como una comida de primera completaron la estadía en el cenote. Nuestro guía turístico Alejandro "Alex" se tomó muchas molestias y explicó todo en detalle. Si tuviera algo de qué quejarme a un alto nivel, diría que a Itza le vendría bien un poco más de tiempo. Entonces encajó mejor en el tiempo con el cenote.

Jacky es una guía turística muy competente, sabe mucho sobre los mayas y respondió a todas nuestras preguntas. Apreciamos su pasión por la historia maya y la forma en que manejó el día. Todo estuvo bien organizado, desde la información de recogida hasta el regreso a nuestro hotel. Debido a que comenzamos bastante temprano, pudimos experimentar Chichén Itzá y el cenote muy bien antes de que las grandes multitudes ingresaran a las instalaciones. El camino a Chichén Itzá también fue muy agradable y nos llevó a través de algunos pueblos pequeños y nos mostró el estilo de vida local en el camino.

Lamentablemente Chichén Itzá estaba cerrado por problemas en el lugar, pero nos ofrecieron ir a Ek Balam con Cenote y fue una experiencia increíble, una grata sorpresa donde conocimos otras ruinas, también maravillosas, donde incluso se puede subir y contemplar la selva desde lo más alto. Además, Jacqueline, nuestra guía, fue muy amable, respondió a todas nuestras dudas y nos entregó todo su conocimiento. Sin dudas no nos arrepentimos de aceptar esta gran alternativa!