La guía fue sumamente amable, nos explicó mucho sobre los espacios y nos dió tiempo para visitar cada uno de los lugares, me gustó el tour, te lleva a un espacio para ver parte de ruinas dentro de la ciudad, la basílica que es hermosa y vale mucho la pena visitar, por último las ruinas que son espacios hermosos, llenos de historia. Lo único que no me gustó fue que el lugar para almorzar no se siente propio de México, es más un restaurante con opciones tradicionales limitadas y nos explican sobre procesos de las piedras de obsidiana para al final vendernos sus productos.

La actividad es completamente recomendable. Tuvimos mucha suerte con nuestro guía (Carlos). La visita al taller de artesanía fue muy interesante gracias al guía local que nos atendió. El único aspecto negativo que reseñaría es el restaurante elegido para la comida (caro, y sin ninguna otra alternativa cerca). Otro aspecto negativo que reseñaría es el poco tiempo libre que tuvimos en Teotihuacán (no pudimos ver el templo Quetzalcóatl, uno de los lugares más espectaculares del complejo, porque el tiempo que nos dieron no nos permitió ir hasta allí y regresar antes de la hora indicada).

Muy puntuales para recogernos. El conductor y la guía amables, pero estaría bien algo más de explicación. Lo peor es que entras en dos tiendas y se pierde tanto tiempo que cuando llegas a la zona de la Basílica de Guadalupe está casi todo cerrado. Muy mal el restaurante de la comida, ya que te llevan obligatoriamente a uno y es carísimo.