El crucero es muy bonito y merece la pena. Hay que ir abrigado si hace fresco. Nos montamos en otro barco que no era el reservado previamente porque estaba mal indicado qué empresa de cruceros lo hacía y tuvimos que salir media hora más tarde (se hizo casi de noche). La cosa buena es que nos admitieron sin problema porque el barco no iba lleno. Las explicaciones se entendían mal porque no funcionaron los cascos y con el ruido del motor no se oía bien. Eso fue una pena.

Lo que te cuenta la guía durante el recorrido no es nada nuevo (puede encontrarse en cualquier libro o blog) pero la afabilidad y calidez que destilan sus palabras transforma cada anecdota y dato histórico en algo divertido y feliz (hygge). Además, la guía simultaneaba el relato en inglés y castellano para adaptarse a los diferentes viajeros .Una experiencia grata y amable.

Nosotros nos montamos en el embarcadero que hay cerca del Parlamento y nos bajamos en Nyhavn, no sé si hay otros tours más largos ó diferentes, porque tampoco me explicaron nada cuando cambié la reserva que me habían mandado (donde ponía que el tour era de una hora) por los tickets, que no especificaban el tiempo, pero el caso es que el tour que pagué era de una hora y no estuvimos ni diez minutos montados en el barco. Todo el mundo se bajó y la guia no dijo nada de que, los que habiamos pagado una hora nos podíamos quedar....