Cracovia: Teleférico de Zakopane, Vodka, Queso y Termas

Ven a descubrir Zakopane, el hogar de los Montes Tatra, la nieve y los deportes de invierno. Vive esta aventura inolvidable, tan llena de impresiones impresionantes, recuerdos, cultura e historia. Un lugar perfecto para los entusiastas de la naturaleza y los aficionados a la arquitectura popular de montaña, que combina las mejores características de una pequeña ciudad con un balneario y centro turístico.

Para mayor comodidad, te recogemos en el punto de encuentro o en tu apartamento u hotel de Cracovia (o en el lugar más cercano con acceso para coches), y luego te llevamos directamente a Zakopane, lo que puede durar entre 1,5 y 2 horas aproximadamente, dependiendo de la situación de la carretera y del tráfico.

Visita Chocholow, un pequeño pueblo en el corazón de los Tatras. Es también un hermoso museo al aire libre de arquitectura rural de madera de las tierras altas que ofrece una visión del patrimonio etnográfico y la cultura de la zona.

¡Estás allí para hacer fotos y recordarlo todo para siempre! Y después, ¡un rato para relajarte y beber vodka casero de montaña, además de comer Oscypek (queso de oveja ahumado)!

A continuación, nos detendremos en la capital de las actividades de montaña, Zakopane, para disfrutar de 2,5 horas de tu tiempo libre. Eso incluye subir y bajar en teleférico hasta la cima de Gubalowka para contemplar una excelente panorámica de los montes Tatra. También puedes visitar allí agradables cafés, restaurantes, tiendas de recuerdos y muchas atracciones especiales.

Cuando estés de vuelta en Zakopane, puedes pasear por sus calles principales y comer o cenar en alguno de los restaurantes y comedores locales de la ciudad. Sin duda, el mejor lugar para hacerlo es Krupówki, el paseo peatonal y comercial central de Zakopane.

Tras un día explorando los impresionantes paisajes de Podhale, no hay mejor forma de desconectar y recargar las pilas que con un relajante baño en las aguas naturales ricas en azufre de los Baños Termales de Gorący Potok. Esta última parada de tu viaje ofrece una experiencia geotérmica única y auténtica, que se distingue de otros complejos termales de la región.