Desde Dublín: 3 días por Dingle, Killarney y la Ruta Salvaje del Atlántico

Día 1
Dirígete al sur de Dublín y viaja por las montañas de Wicklow hasta tu primera parada en la famosa Glendalough. Aquí, disfruta de tiempo libre para admirar los encantadores lagos, aprender más sobre su historia en el centro de visitantes y deleitarte con la serenidad de las ruinas de la ciudad monástica. Después, continúa tu viaje hacia el Oeste y visita la tradicional ciudad mercado de Kilcullen para almorzar.

Después de comer, viaja a la Roca de Dunamase y a las ruinas del Castillo de Dunamase, en las antiguas llanuras del condado de Laois. Más tarde, visita el "pueblo más bonito de Irlanda", Adare, donde podrás admirar una magnífica colección de casitas con tejado de paja y estructuras antiguas, incluidas las ruinas de un monasterio franciscano del siglo XV.

Por último, dirígete al condado de Kerry y a la ventosa península de Dingle, baluarte de la cultura y la lengua irlandesas, donde te alojarás en la ciudad de Dingle las dos noches siguientes.

Día 2
Hoy, descubre en la península de Dingle por qué la Vía Salvaje del Atlántico es conocida como una de las costas más bellas del mundo. Adéntrate en el corazón del Gaeltacht (las zonas de Irlanda donde el irlandés es la lengua principal de la población local). Descubre lo mejor de la península, incluyendo lugares destacados como el Paso de Conor, Tóchar Maothaithe, las Chozas de la Colmena, Slea Head y el Oratorio de Gallarus.

Tras un día lleno de esplendor natural, pasa la noche en Dingle.

Día 3
Antes de abandonar la península de Dingle, haz una parada en la playa de Inch, donde podrás vislumbrar tu próximo destino, las montañas de Kerry y el Parque Nacional de Killarney. Pasa junto a unos lagos y da un corto paseo hasta la Cascada de Torc, una cascada de agua de 20 metros de altura que nace en lo alto de las montañas.

Haz una pausa para comer en la animada ciudad de Killarney antes de dirigirte campo a través hacia la Roca de Cashel, un espectacular conjunto de edificios medievales situados en un afloramiento de piedra caliza. Tómate tu tiempo para explorar su Torre Redonda, la Cruz Alta y la Catedral Gótica. Desde aquí, disfruta de un relajante viaje en coche, con tiempo para reflexionar sobre los últimos tres días, mientras regresas a Dublín a primera hora de la tarde.