1. Milán: Introducción a la Última Cena y entrada sin hacer cola
Admira uno de los cuadros más famosos del mundo. La obra maestra atemporal de Leonardo Da Vinci, La Última Cena. Explora la parte interior de La Última Cena por ti mismo y benefíciate de que un anfitrión te haga una introducción desde el exterior de La Última Cena. Nuestro encantador y profesional anfitrión se reunirá contigo en la Piazza Santa Maria delle Grazie y te proporcionará las entradas con una breve explicación de La Última Cena desde el exterior. Después, explorarás por tu cuenta esta obra maestra, aprendiendo muchos datos sorprendentes sobre la composición, la perspectiva y la técnica empleada, así como sobre la historia del lugar. El cuadro se encargó en 1495 y se terminó en 1497 en la pared del comedor de este antiguo monasterio dominico. La representación de Leonardo da Vinci representaba el momento inmediatamente posterior a que Cristo dijera: "Uno de vosotros me traicionará". Es un cuadro enorme, de 4,6 m de alto y 8,8 m de largo, realizado con temple y óleo sobre una preparación de tiza, diferente de la técnica utilizada en la época. La iglesia de Santa Maria delle Grazie está a sólo 20 minutos a pie de la Piazza Duomo. La Última Cena es indiscutiblemente una de las obras maestras de la pintura mundial. Su valor único, que a lo largo de los siglos ha ejercido una inmensa influencia en el campo del arte figurativo, es inseparable del conjunto arquitectónico en el que fue creada. Esta obra ha influido enormemente no sólo en el desarrollo de un tema iconográfico, sino en todo el desarrollo de la pintura. Heydenreich escribió sobre la "superdimensión" de sus cuerpos pintados en relación con el espacio. Es una de las primeras pinturas clásicas que se centra en un momento de tiempo preciso y muy breve, en lugar de en uno largo. Después de cinco siglos, la Última Cena es uno de los cuadros más reproducidos y copiados. A pesar de los daños sufridos durante la Segunda Guerra Mundial, el conjunto ha conservado tanto su estructura arquitectónica original como la relación interna entre sus componentes, incluido el famoso fresco. El recinto resultó gravemente dañado por los bombardeos de 1943, pero posteriormente fue completamente restaurado y renovado. La Última Cena, que sobrevivió milagrosamente a los bombardeos aliados, sufre otros problemas de conservación que se deben, sobre todo, a la técnica experimental de Leonardo, y que son evidentes desde hace tiempo. Uno de los aspectos más importantes y difíciles de la conservación del fresco está relacionado con la contaminación causada por el gran número de visitantes. Se realiza un control continuo para garantizar unas condiciones atmosféricas óptimas en el interior del refectorio y evitar así el peligro que suponen la contaminación del aire y el elevado número de visitantes. Un sofisticado dispositivo de control garantiza que la composición del aire y los niveles de luz y humedad se mantengan dentro de los límites establecidos. Se admite un número limitado de visitantes al mismo tiempo. Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1980.