Gray Line fue el proveedor de transporte. El nombre del conductor era Thomas. Fue entretenido y conocedor. El viaje fue sencillo, excepto por una pareja que regresó al autobús 1,5 horas más tarde de lo dicho. La gente en el autobús estaba furiosa y Thomas mantuvo su profesionalismo, pero también les hizo saber que estaban equivocados. El viaje fue genial por lo demás. Para alguien que también quería ir a ver el Cañón. Fue perfecto para mí y la familia. Pero si reserva el viaje por el cielo ... tenga cuidado ... no puede llevar su cámara o teléfono celular a la plataforma exterior. Esté preparado para comprar fotografías del establecimiento si las desea. Tienen un precio razonable de $ 14.00 por 1 foto (pensé que sería mucho más). Compre el paquete de 10 imágenes por 65.00. ¡Solo asegúrate de que el fotógrafo tome múltiples fotos y ángulos!

El tour estuvo bien, la empresa que dio el servicio de transporte siempre nos respondió de inmediato a nuestras consultas, fueron puntuales y organizados. Sólo que aunque ofrecen equipo de auriculares en español no lo tienen. El día que fuimos estaba nevando y no pudimos ver nada en El Gran Cañón pero aún así lo disfrutamos. Lo recomiendo 100%.

Mi experiencia fue casi perfecta hasta el final. Nos pasaron a buscar puntuales, el viaje ida y vuelta se hizo bastante agil, vimos todo lo que queríamos y lo prometido. El almuerzo estaba incluído y como usualmente ocurre la opción vegetariana era bastante pobre. Digo casi perfecto porque al final te piden propina para el conductor pero no es a criterio sino que fijan un mínimo de entre u$s 5 y u$s 10 por persona y el chofer no solo cuenta el dinero adelante tuyo sino que te recrimina si le das menos o no le dejas propina, muy maleducado.