
1. Baila un vals en Viena
Viena, la capital de Austria, a menudo nos recuerda románticos bailes de salón y vals clásicos. Sumérgete en este centro cultural durante la famosa temporada de bailes: hay más de 450 bailes en Viena cada año y el invierno es la época de mayor actividad. Ponte tus mejores galas y baila toda la noche en magníficas salas de conciertos y palacios.
Si lo prefieres, puedes estimular tu lado más cultural con un concierto de música clásica en el Palacio de Eschenbach o en la preciosa iglesia barroca de San Pedro. Otras actividades imprescindibles son un tour por el Palacio de Schönbrunn y un paseo por el centro histórico. Después entra en calor con delicioso chocolate caliente y un pedazo de la famosa tarta Sacher o descubre cómo se hace un strudel de manzana tradicional.

2. Despierta tus sentidos en Ámsterdam
El término neerlandés gezellig significa acogedor, cómodo y divertido. Una visita a Ámsterdam te ofrece muchas oportunidades de acurrucarte durante el invierno. La ciudad tiene más de 1000 canales, que crean un ambiente mágico durante los meses húmedos y nublados. Además, en invierno se celebra el Festival anual de las luces de Ámsterdam, en el que artistas locales e internacionales crean estructuras luminosas que invitan a la reflexión. La mejor forma de verlas es desde un tour en barco por los canales. La comida tradicional neerlandesa es muy reconfortante. Saborea frietjes (patatas fritas), poffertjes (tortitas pequeñas), pannenkoek (tortitas grandes) y stroopwafels (gofres crujientes bañados en sirope) en un tour gastronómico para explorar todos los sabores que ofrece esta ciudad.

3. Admira el elegante arte de Florencia
Una de las principales razones para visitar Florencia en invierno es evitar las multitudes. Pero hay muchas más: contemplar de cerca el arte renacentista expuesto en las galerías de la ciudad es una experiencia muy especial. Recorre la Galería de la Academia con un guía privado para admirar el David de Miguel Ángel y, después, dirígete a la galería Uffizi para ver obras maestras de Botticelli como El nacimiento de Venus.
Si quieres comprar moda italiana, las rebajas de enero te harán muy feliz. Situada en el corazón de la Toscana, Florencia es la base ideal para hacer una excursión a la famosa región vinícola de Chianti. Las ciudades que rodean Florencia también son ideales para hacer un tour de un día: Siena es famosa por la carrera de caballos anual de Palio en verano; San Gimignano, por sus torres medievales y Pisa, por su torre inclinada.

4. Enamórate de París
¿Qué lugar puede ser mejor que París, la Ciudad del Amor, para pasar este San Valentín? ¿Por qué no le propones matrimonio en la cumbre de la Torre Eiffel o veis los monumentos desde una limusina? Navegar por el río Sena no solo te permite abrazarte a tu pareja, sino también ver lugares emblemáticos como el Museo de Orsay, la Torre Eiffel y Notre Dame desde una nueva perspectiva.
Los amantes de la moda saben que París es una de las capitales de la costura más importantes del mundo. La ciudad celebra dos semanas de la moda, así que inspírate con los diseñadores y modelos parisinos. La Semana de la Alta Costura se celebra del 20 al 23 de enero, mientras que del 24 de febrero al 4 de marzo podrás vivir la Semana de la Moda de París en todo su glamuroso esplendor. Únete a un guía local en un tour de compras para refinar tu estilo o recorre mercados vintage con un experto.

5. Relájate en Copenhague
Los daneses buscan el hygge en todo: un sentimiento acogedor que crea una sensación de bienestar. Nos gusta ese planteamiento de vida. Una visita a la ciudad costera de Copenhague ofrece una gran variedad de experiencias acogedoras. Mueve el esqueleto en el festival anual de Vinterjazz que se celebra del 6 al 29 de febrero por toda Dinamarca.
Copenhague también es un paraíso gourmet: tiene 17 restaurantes con estrellas Michelín y cuenta con el restaurante Noma, que ocupa el segundo puesto en la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo. Saborea el lado gastronómico de la ciudad con un tour gourmet a pie por la zona de West End o haz un tour culinario que comienza en el mercado de alimentos de la ciudad. Para terminar, disfruta de las brillantes luces y las divertidas atracciones de los famosos jardines Tivoli.

6. Feed your soul in Dublin
Sumérgete en la agradable música folclórica del festival anual de Tradfest en Dublín, que se celebra del 22 al 26 de enero. Músicos irlandeses e internacionales interpretan música tradicional y folclórica en locales de toda la ciudad. Después de los conciertos, será momento de disfrutar del craic, es decir, una divertida noche de fiesta. Hay muchas formas de hacerlo: participa en un tour por las destilerías para aprender (y probar) el whisky irlandés, visita el hogar de la Guinness o haz un tour de pubs por toda la ciudad.

7. Báñate en las aguas termales de Budapest
La próspera ciudad de Budapest tiene una cultura de balneario como ninguna otra. Gracias a las fuentes termales que hay debajo de la ciudad, tienes nueve balnearios entre los que elegir. Los baños termales de Széchenyi y Gellért son famosos por su arquitectura ornamentada. Bañarse en piscinas de distintas temperaturas y nadar o disfrutar de un masaje son parte de la cultura de balneario de la ciudad y puedes pasar fácilmente medio día disfrutando de las instalaciones.
Un consejo: lleva tu propio bañador, gorro, toalla, albornoz y chanclas o tendrás que comprarlos o alquilarlos allí. Una vez te hayas relajado, explora los lugares destacados de Budapest, como el impresionante castillo barroco de Buda con sus increíbles vistas sobre el río Danubio. Termina pasando la noche en uno de los bares “en ruinas” de la ciudad: locales modernos situados en almacenes abandonados.