El inglés está contaminado, disculpad el término, de expresiones relacionadas con la sostenibilidad. Pensemos por ejemplo en «carbon footprint» (huella de carbono), que no te convierte en un «guerrero ecológico». Aún así, puede tomar prestadas numerosas palabras sostenibles de idiomas de todo el mundo. Al fin y al cabo, todos sabemos que no está bien desperdiciar comida, pero ¿utilizas pan para rebañar la salsa que queda en el plato? Hay una expresión italiana para esto. ¿Te gustan las historias que se esconden tras los defectos de los objetos antiguos? Esto aparece reflejado en el vocabulario japonés. Para los viajeros más sostenibles, los distintos idiomas del mundo tienen mucho que enseñarnos. Échales un vistazo a estas ocho palabras y expresiones que deberían incluirse en todos los diccionarios.
Zhuǎn sòng (chino mandarín)

¿Recuerdas ese jersey viejo que está acumulando polvo en el fondo del armario? No lo tires, dáselo a alguien que pueda apreciarlo. De eso trata la filosofía de la que nace la expresión «zhuǎn sòng» en chino mandarín. El término más parecido en español podría ser «donar ropa», con la única diferencia de que «zhuǎn sòng» encierra el significado de dar a otra persona los regalos que tú no deseabas. La forma más ecológica de regalar.
Fare la scarpetta (italiano)

A veces una comida es tan exquisita que quieres aprovechar hasta la última migaja. En Italia, esto ocurre tan a menudo que incluso tiene nombre: «fare la scarpetta». En concreto, significa limpiar la salsa del plato con un trozo de pan. En un mundo en el que se desperdicia una inmensa cantidad de alimentos, rebañar la comida es una práctica excelente, además de irresistible si te estás comiendo una boloñesa recién hecha.
Kintsugi (japonés)

La mayoría de nosotros tiene un objeto antiguo y roto del que no puede desprenderse. ¿Y por qué deberíamos hacerlo? Según la filosofía japonesa del Kintsugi, se debe celebrar la historia de ese objeto. En lugar de intentar ocultar los defectos, el Kintsugi nos enseña a celebrar las imperfecciones. Así que, mejor reparar ese plato roto antes de tirarlo a la basura. Al fin y al cabo, todo tiene una historia.
Drogie jest tanie (polaco)

Comprar un abrigo de oferta en una cadena de tiendas puede parecer un chollo. Hasta que te lo pones dos veces y empieza a romperse. En ese momento, un hablante de polaco podría decirte «drogie jest tanie». La traducción literal en español sería «lo caro es barato». En otras palabras, a veces gastar más es una inversión, sale más barato a largo plazo. ¡Y acuérdate de guardar el recibo!
Buen Vivir (español latinoamericano)

Su origen proviene del pueblo quechua de los Andes, que lo denominaban «sumak kawsay». En español, se dice «buen vivir». ¿Y qué es exactamente? Es una visión del mundo basada en acciones dirigidas a la comunidad y en sintonía con el medioambiente. Se trata de buscar la armonía con la naturaleza, así como con quienes nos rodean. La buena vida es pensar más allá de ti mismo.
Waldeinsamkeit (alemán)

Estar solo en un bosque podría ser el comienzo de una peli de terror. Sin embargo, cuando ese haz de luz penetra a través de las hojas de los árboles, es una sensación excepcional. En alemán, estar solo en el bosque, «waldeinsamkeit», es la mejor forma de meditar. Es el sentimiento de estar en paz con el universo, lejos del bullicio de la vida consumista actual. Además, es un excelente recordatorio de la importancia de conectar con la naturaleza para mejorar nuestra salud mental (hasta que te pierdes, claro).
Tingo (pascuense)

Reducir, reutilizar y reciclar, los tres principios de la ecología. En la Isla de Pascua, el hábito de reutilizar o, más bien, de tomar prestado, está muy arraigado en la cultura. Después de todo, siempre es útil pedir cosas prestadas a tus vecinos. Sin embargo, «tingo», tal como se denomina en el idioma local, eleva el concepto a otro nivel. Significa tomar cosas prestadas poco a poco ¡hasta quedarse con todo lo que tenían en casa!
Merak (serbio)

Un paseo por el parque, el canto de los pájaros, las cosas más sencillas son las más reconfortantes. Ese es el mensaje que se esconde tras la palabra serbia «merak». También encierra un sentido de unidad con el universo. En un mundo de sobreconsumo (donde todos hemos pecado al salir de compras para ahogar las penas), nos recuerda que las pequeñas cosas de la vida son las mejores ¡y suelen ser gratis! Cuando te desanimes, recuerda esta palabra (y anula ese pedido online).
