Muranów

Muy recomendable. Arthur nuestro guía fue encantador. Nos explicó muchas curiosidades de sitios que incluso ya habíamos visitado paseando y nos habían pasado desapercibidas. Respondió a todas nuestras preguntas enrollándose y conversando como si estuviéramos entre amigos. El almuerzo en el bar de leche fue estupendo y nos hubiéramos perdido esa experiencia de no ser por esta visita. Una mañana estupenda para conocer otra cara diferente de la ciudad. Una Varsovia llena de contrastes, donde la modernidad y la historia se mezclan, donde la tristeza del pasado y la vitalidad de la ciudad nueva se encuentran. Recomiendo pedir que se finalice la visita en el museo de Neón para pasear desde allí hacia la fábrica de vodka por vuestra cuenta y terminar de andar el barrio de Praga ;)