De Múnich a Ratisbona: Ratisbona, lugar declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO
Catedral de Ratisbona Imponente tanto por dentro como por fuera: San Pedro es una obra maestra gótica donde el coro de niños Domspatzen actúa cada domingo. Con sus delicadas pinturas sobre vidrio y el ornamentado altar mayor, no debe perdérsela, sobre todo quien aprecie la arquitectura religiosa excepcional. Steinerne Brücke Un lugar emblemático y realmente único: en la Edad Media se consideraba una maravilla del mundo, y aún hoy el Steinerne Brücke (Puente de Piedra) debería estar en cualquier itinerario por Ratisbona. Casa de la Historia Bávara Atracción galardonada: inaugurado en 2019 y aplaudido por su arquitectura, el museo ocupa 2.500 metros cuadrados y presenta la historia de Baviera a través de más de 1.000 objetos expuestos. Walhalla Poetas, filósofos, vistas panorámicas: a sólo 30 minutos de Ratisbona, el Walhalla reina en lo alto del Danubio desde 1842. Con reminiscencias de un templo griego, este magnífico edificio rinde homenaje mediante 131 bustos de mármol y 65 lápidas conmemorativas a importantes personalidades (en su mayoría masculinas) del mundo de la política, la ciencia y el arte, así como a acontecimientos históricos. Herzogspark Un oasis de paz: este parque situado en el extremo occidental del casco antiguo destaca por sus maravillosos céspedes y parterres, árboles de todo el mundo y un encantador jardín renacentista. Oberer Wöhrd Esta isla en el río es un paraíso para los senderistas y los que buscan paz y tranquilidad. Destaca su avenida de 38 viejos álamos nudosos, que serpentea a lo largo del brazo norte entre el Danubio y el estanque Wöhrdbad. Histórico Wurstkuchl Desde la Edad Media, los trabajadores pasan aquí la hora del almuerzo: el histórico Wurstkuchl lleva más de 500 años junto al Steinerne Brücke, ofreciendo salchichas caseras cocinadas a la parrilla de carbón y chucrut casero. Stadtamhof Estilo isleño: El distrito más pequeño de Ratisbona, rodeado de ríos y canales, puede ser tranquilo y sosegado, pero tiene mucho que ofrecer. Pasea por calles estrechas o hasta el Grieser Spitz, donde el Regen desemboca en el Danubio. El distrito alberga también iglesias, galerías, cafés y cervecerías, como la legendaria "Auer Bräu". Bar de arte "Degginger Cultura y café en el corazón del casco antiguo, un punto de encuentro para tipos creativos. La gente se reúne aquí para exposiciones, conciertos, lecturas. Quiosco de la Seta en el Parque del Castillo Los quioscos con forma de seta estaban de moda en los años 50 y 60. Uno de los últimos de este tipo puede verse en el parque que rodea el Palacio de San Emmeran. El "Schwammerl" es una encantadora parada para tomar un café tras una visita a los camarotes del Palacio de San Emmeram. Ratisbona desde arriba Una hermosa vista con tu aperitivo: desde la elegante terraza de la azotea del restaurante "Storstad" tienes una gran vista sobre los tejados de Ratisbona. Para los que busquen algo más modesto: la torre de la Iglesia de la Santísima Trinidad y el Museo Brückturm ofrecen grandes vistas panorámicas.