Para el 50 aniversario de mis padres, pensamos en un paseo con coche caballo, porque mi padre es aficionado a los caballos. Y, ha sido la mejor experiencia que han tenido, el muchacho se preocupo en todo momento por su vivencia, explicándoles cosillas de Sevilla y de los caballos. Les hizo fotos en la plaza de España, preciosas... Y, lo mejor, la cara de felicidad de ellos, cuando los recogimos en la catedral.

El servicio fue bueno: el conductor accedió a recogernos en nuestro apartamento, que estaba un poco alejado y el recorrido fue excelente, viendo los lugares de interés a un ritmo agradable y lento. Su inglés no era muy bueno, pero entendimos lo que nos decía sobre los puntos de referencia. Lo recomendaría para un viaje de turismo memorable y relajante.

Manuel, el cochero de la calesa N69, fue muy agradable y flexible con el horario. Nos ofreció un paseo muy completo con un montón de anécdotas y explicaciones interesantes sobre la ciudad, hizo de fotógrafo y volvemos a casa con un recuerdo (en la memoria pero también en formato digital) inolvidable.