La excursión a Masada así como el trayecto atravesando el desierto es una muy linda experiencia. El lugar en si, así como la historia del mismo vale la pena totalmente la excursión. El guía muy bien fue explicando durante el trayecto de viaje y en el lugar y con gran disposición. La experiencia al mar muerto está bueno hacerla y que cada uno valore a su gusto. El espacio destinado a bañarse es pequeño y lleno de turistas y el agua deja mucho que desear.

Un bus pasó a recogernos al punto de encuentro en Tel Aviv para llevarnos al verdadero punto de encuentro que es donde juntan a toda la gente y llegan los distintos buses para todos los tours que realizan. Primero pasamos a Jerusalén a recoger más gente y luego fuimos a Masada, aunque un poco antes hicimos una parada para comer e ir al baño. En Masada, vimos una película introductoria del lugar y luego subimos en teleférico. El lugar espectacular, el guía Ariel muy bueno, nos explico y mostró mucho, estuvimos casi 1 hora y media. Luego fuimos a almorzar, el lugar es muy caro y los precios están en dólares. Al final fuimos al mar muerto. Acá tuvimos muy poco tiempo, si bien nos dieron 1 hora, el problema es que en ponerse el traje de baño y luego bajar toma mucho tiempo. Queda lejos la entrada del lago. El lago precioso, el agua calentita para ser Diciembre, se nota la sal pero no se puede disfrutar bien por el poco tiempo. Después volvimos a Tel Aviv.

Nuestra guia Daphna es super preparada, nos hablo bastante de la historia de los lugares adonde fuimos y por los que pasabamos. Su español es muy bueno!! Eso si, deben organizar mejor los horarios porque demoramos mucho en la salida, en la parada del mirador y luego en la tienda