Stevns Klint UNESCO y Excursión a la Sala de los Reyes Vikingos desde Copenhague
Stevns Klint no es sólo un tesoro de historia geológica; también es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Los diversos hábitats del acantilado albergan una gran variedad de especies vegetales y animales, desde praderas de flores silvestres hasta costas rocosas rebosantes de vida marina. Las rutas de senderismo a lo largo del acantilado ofrecen amplias oportunidades para explorar la zona y sumergirse en la belleza natural. Testigo de acontecimientos cataclísmicos: La característica más llamativa de Stevns Klint es el límite K/T, una fina capa de arcilla rica en iridio, un elemento raro que se encuentra en los meteoritos. Esta capa marca el final del Periodo Cretácico y el comienzo del Periodo Paleógeno, un momento de la historia de la Tierra en el que el impacto de un asteroide desencadenó una catástrofe global. Hace unos 66 millones de años, un enorme asteroide chocó contra la Tierra en lo que hoy es el Golfo de México, desatando una onda expansiva que reverberó por todo el planeta. El impacto provocó una nube de polvo imponente que bloqueó la luz solar, sumiendo a la Tierra en la oscuridad durante meses. Esta oscuridad prolongada provocó una alteración generalizada del medio ambiente, que condujo a la extinción de cerca del 75% de todas las especies vegetales y animales, incluidos los poderosos dinosaurios. Iglesia de Høgerup: Un símbolo de resistencia: Mientras exploras la zona, asegúrate de hacer una pausa en la Iglesia de Højerup, un conmovedor recordatorio del poder de la naturaleza y del espíritu humano. Situada precariamente al borde del acantilado, la iglesia ha soportado varios corrimientos de tierra, el más devastador de los cuales tuvo lugar en 1928, cuando una gran parte del acantilado se derrumbó, dejando la iglesia precariamente erguida entre los escombros. Sala de los Reyes Vikingos: En una hermosa colina, el País de las Leyendas ha rehecho la mayor Sala del Rey que conocemos de la Era Vikinga en Dinamarca. Los hallazgos arqueológicos originales sobre los que se construyó el Salón del Rey se encuentran a menos de 3 kilómetros del País de las Leyendas, en un campo del pueblo de Gl. Lejre. Aquí, los arqueólogos se han ocupado de excavar los vestigios de un edificio impresionante, que se extiende a lo largo de la Edad de Hierro y hasta la Edad Vikinga. En 2009, los vestigios de la mayor vivienda vikinga de Dinamarca asomaron del barro. Con algo más de 60 metros de un extremo a otro, es más o menos tan largo como ancho es un campo de fútbol, y con sus hileras de grandes postes, la construcción ha sido capaz de soportar un edificio de hasta 10 metros de techo. Con más de 600 m2, la gran Sala del Rey es un testigo único de la culminación de la arquitectura y artesanía nórdicas de la Era Vikinga.